Externaliza tu comunicación


Son pocas las compañías que se pueden permitir tener un buen equipo de comunicación en plantilla. A veces, las empresas quieren creer que contratando a una persona para llevar el área será suficiente, cuando se trata de una labor cada vez más prolija y exigente. Las nuevas tecnologías han hecho saltar por los aires la comunicación tal y como se conocía anteayer y el entorno tan cambiante al que se enfrenta la empresa crece en diversidad y diversidad. Antes se salía del paso con un cierta comunicación interna, el mailing a los clientes y la relación con los medios offline. Aquello es historia.

Comunicar bien ha dejado de ser un plus para convertirse en un must.

Una compañía actual tiene que gestionar su relación con los medios, disponer de una intranet útil y actualizada, hacer de su web una eficaz herramienta comercial con unos contenidos de una calidad tal que sirva para incrementar las ventas, establecer una sólida relación con su público objetivo a través de las distintas redes sociales e informar periódicamente a los clientes y proveedores vía newsletter. Aquellos que no sean capaces de asumir al menos estas tareas, estarán en inferioridad de condiciones respecto a su competencia.

Por eso las empresas tienen la obligación de preguntarse si con la estructura que tienen están capacitadas para asumir una comunicación tan multitarea. No se trata solamente de saber si cuentan con personal suficiente para ello o de si podrían incorporarlo a la plantilla, sino deben además discernir si tienen o no el conocimiento para llevar a buen puerto cada uno de las cometidos anteriormente descritos.

En la mayor parte de los casos, la respuesta es no.

Salvo en las compañías de gran tamaño, no es nada corriente encontrarse con un departamento de comunicación eficaz. En ocasiones, lo llevan una o dos personas y no les alcanza para cubrir todas las necesidades. En otras, los trabajadores no tienen el conocimiento o la experiencia necesarios para el desempeño de sus funciones. Incluso no es inhabitual encontrarse con empresas en las que las escasas acciones dedicadas a la comunicación son abordadas por un empleado ajeno a la misma.

Las nuevas tecnologías no deben asustar a quienes no estén especialmente familiarizados con ellas. No tienen que ser vistas como un obstáculo sino como lo que son, un medio para facilitarnos el día a día. Aun siendo cierto el cambio que ha supuesto su masiva irrupción, el dominio técnico de las mismas no es complicado. La clave real de la nueva comunicación no tiene tanto que ver con las novedosas herramientas sino que reside en un protagonista principal: el contenido.

Fue Bill Gates quien en 1996 dijo que el contenido es el rey (“Content is king”) y desde hace dos décadas la generación de contenidos se han convertido en uno de los ejes principales, si no el principal, para la industria de la comunicación y el marketing.

Lo sepas o no, en este mundo globalizado gracias al efecto del universo online, tu negocio depende en buena parte de la calidad de los contenidos que tu empresa sea capaz de ofrecer.

Por eso es importante saber delegar en el equipo adecuado tu comunicación. Externalizar tus contenidos significa que comprendes las limitaciones que tienes y que confías en que el marketing de tus contenidos sea de tanta calidad y efectividad como sea posible. Delegando los contenidos de tu compañía a un equipo de expertos, puedes conseguirlo.

Cuando te hace falta un adecuado lenguaje para tu web, buenas piezas para tu newsletter, posts de gran calidad para tu blog, los mejores materiales para tus catálogos y anuncios o redactar casos de estudio en un lenguaje formal pero inteligible, nadie mejor que un especialista para abordar dichas tareas. Asimismo, los mensajes a trasladar a través de redes sociales como Twitter, Facebook y LinkedIn mejoran cuando quien los prepara es un experto en el Social Media.

Pese a ello, no basta con delegar completamente el contenido en un equipo externo. La creación de los mejores contenidos tiene que tener al cliente completamente involucrado en el proceso. No podrá existir un adecuado hilo argumental si no se dan las mejores instrucciones previamente.

Un equipo de comunicación, por bueno que pueda ser, no es capaz de leer la mente del cliente. Cuanto más se trabaje en común entre el cliente y el proveedor, mayor capacidad tendrá éste para saber qué quiere el cliente. Requerirá cada vez menos instrucciones.

El trabajo de un experto en comunicación necesita también del chequeo del cliente tras la entrega de sus contenidos. Incluso los mejores expertos en comunicación suelen no comprender a la primera la totalidad de las necesidades de sus clientes. De ahí que sea tan necesario su feedback, tanto para centrar el espíritu del texto como para enriquecer la relación entre ambos.

Apostar por una relación de calidad es, por tanto, una inversión.

A menudo, cuando en una empresa se quiere comunicar algo, la acción se aborda desde un punto de vista táctico. No existe una estrategia de comunicación porque la comunicación es algo a lo que se recurre de manera intermitente en el tiempo. Un equipo externo de comunicación, maneja las estrategias a seguir y conoce las mejores prácticas a llevar a cabo.

Una agencia de comunicación es capaz de implementar la estrategia necesaria y hacer que los mejores contenidos vayan de la mano de las actividades de marketing del cliente y de sus objetivos de negocio. Todo convenientemente alineado. Debe quedar claro que los contenidos no deben existir porque sí. Estos tienen que ser inteligentes, responder a las necesidades de los clientes e incrementar el éxito de la empresa.

Sólo si el contenido es encontrable, compartible, consumible y relevante merecerá la pena haber invertido en él. Y aquí volvemos a encontrarnos con la importancia de un equipo de expertos en contenidos. Son ellos quienes saben cómo contar las historias, informando e inspirando a los lectores y llevando acciones medibles que impacten en el balance.

Porque el contenido tiene que servir al que lo consume. No vale sólo con que sea un señuelo para que la audiencia encuentre a la empresa. Y esos matices tan decisivos descansan mejor en la experiencia de una agencia de comunicación.